domingo, 3 de julio de 2011

LA ELOCUENCIA DE LA VANIDAD

Tomamos prestado este titular del artículo “VIVIR sin MÁSCARAS” que hoy, domingo 3 de julio, publica en EL País Semanal, Borja Vilaseca.

En la revista Gaztelu Berri, nº 68, de junio de 2011, los directivos de Petronor nos quieren hacer creer que con ellos no va el error. En la página 9 de este número, en el apartado de MEDIO AMBIENTE, aparecen estos tres titulares, a cual más rimbombante: “Medio Ambiente confirma que Petronor cumple todos los requisitos medioambientales”; “Atenuamos las emisiones de ruidos y olores”; “Superamos las auditorías de Calidad y Medio Ambiente”.

Del gravísimo incidente ocurrido el 1º de junio, que ocasionó que toneladas de zeolitas cayeran sobre el pueblo de Muskiz, sobre las personas, animales y plantas, ni mención. Sobre la explosión del horno ocurrida ese mismo día, que ocasionó algunos heridos, silencio total.

Hay un refrán popular que dice “dime de qué presumes y te diré de qué careces”. No hay obra humana que esté exenta de errores, aunque los directivos de Petronor parece que nos quieren convencer de lo contrario.

A estos directivos tan pretenciosos, les vamos a recordar unos principios del filósofo Karl Popper:

Es imposible evitar todos los errores, e incluso todos aquellos que, en sí mismos, son evitables…Hay que revisar la antigua idea de que se pueden evitar los errores y que, por lo tanto existe la obligación de evitarlos: la idea en sí encierra un error”.

El nuevo principio básico es que para evitar equivocarnos debemos aprender de nuestros propios errores. Intentar ocultar la existencia de errores es el pecado más grande que existe”.

Y acabamos con esta frase, tomada del artículo citado:”En vez de mostrarnos auténticos, honestos y libres, solemos interpretar un personaje que es del agrado de los demás”.